El IoT contará con más de 20.000 millones de dispositivos en unos pocos años. Estos dispositivos están conectados a Internet o transmiten datos de forma inalámbrica -a través de Bluetooth, Wi-Fi y comunicación de campo cercano- que luego se transmiten a la nube. Algunos de estos dispositivos sólo transmiten cantidades muy pequeñas de datos. Estas transmisiones triviales se sumarán y nos ayudarán a crear un mundo en el que todo se pueda medir y manipular con aplicaciones de Big Data.
Desafíos del Big Data
Las aplicaciones de Big Data deben utilizarse para ayudar a predecir y prevenir un problema antes de que ocurra algo malo. Para ello es necesario recopilar datos de muchas fuentes; por eso hay una explosión de dispositivos conectados a Internet, y por eso hay tantos fabricantes de sensores y desarrolladores de aplicaciones.
Escasez de competencias
El rápido aumento de los big data y la velocidad de los cambios han provocado un déficit de competencias. Las empresas necesitarán cubrir puestos de desarrolladores de pila MEAN, científicos de datos, analistas e ingenieros de datos.
Crecimiento de los datos
Las necesidades de almacenamiento de datos están aumentando exponencialmente, pero el hardware de almacenamiento no está creciendo al mismo ritmo.
Calidad de los datos
Por último, las empresas deben centrarse en la calidad de los datos. Los datos que se recogen de fuentes no estructuradas, como texto, vídeo y audio, deben ser validados para que puedan ser procesados por las aplicaciones de Big Data. Una forma de validar los datos es utilizar técnicas de aprendizaje automático como las redes neuronales y las incrustaciones.
No cabe duda de que el IoT impulsará las aplicaciones de Big Data, pero hay que resolver varios problemas antes de poder aprovechar todo el potencial de estos sistemas. Entre estos retos se encuentran la falta de desarrolladores cualificados, la insuficiencia de recursos de hardware, la escasez de competencias y los problemas de calidad de los datos.
¿Merece la pena el Big Data?
Las aplicaciones de Big Data pueden ayudar a las empresas de muchas maneras. Estas aplicaciones pueden proporcionar información que ayude a mejorar la satisfacción y la fidelidad de los clientes. También pueden ayudar a las organizaciones a mejorar la eficiencia operativa y reducir los costes. Sin embargo, el Big Data tiene que ser comprado, pagado y mantenido, por lo que el retorno de la inversión debe ser medido cuidadosamente.
El mayor impacto de Big Data será la mejora de la forma en que las empresas trabajan internamente y con sus clientes. El Big Data permitirá a las empresas mejorar sus operaciones tomando mejores decisiones basadas en datos fiables. También les permitirá identificar nuevas oportunidades, como nuevos productos o servicios que podrían aumentar las ventas o crear más clientes.
Cómo empezar a utilizar el Big Data
Para que las empresas empiecen a utilizar el Big Data y el IoT, primero tienen que averiguar qué datos tienen. La forma más fácil de empezar es utilizando un catálogo de datos que enumere todos los datos que la empresa tiene en sus diferentes sistemas para poder analizarlos.
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